lunes, 15 de mayo de 2017

Siempre quise ser Arqueólog@

(Foto tomada en la colección Stavenhagen del CCU Tlatelolco) Archivo personal

-"Woow!!Yo siempre quise ser arqueólog@ pero (agregue las razones por las que se dedicó a otra profesión)".
- ¡Qué interesante!
-¿Hay trabajo de eso?
-¿En qué estás trabajando?

Más o menos algo así es lo que muchas personas me dicen, cuando les digo mi profe-pasión. Y bueno, la respuesta depende de lo profundo que quiera uno ser, y qué tan abiertos estemos a la crítica.

En mi caso aparte de dedicarme a redactar mi tesis para obtener el grado, soy mamá y esposa. Así que se preguntarán ¿Cómo es posible compaginar la familia y esta hermosa profesión? La respuesta, pues no la tengo bien definida. Y por ello, escribo éste artículo para compartir mi opinión y experiencia personal. 

Para mí se ha tratado de no quitar el dedo del renglón por más atareada, aturdida, cansada, o desanimada pueda estar. Por una simple razón, siempre que quiero soltar la toalla me pregunto ¿En verdad te imaginas una vida sin la arqueología como profesión? Y mi respuesta es la misma desde hace diez años, por lo que me pongo manos a la obra.

Con ésto no pretendo insinuar si quiera que es fácil, sólo que cuando uno está claro en cuál es su pasión en la vida, esa que te hace sentir que estamos contribuyendo a que el mundo sea mejor para cuando debamos partir, por medio de la cual te explicas la vida y sin esa visión nada sería igual eso te hace levantarte aún después de haberte caído miles de veces.

Claro, habrá personas que se puedan identificar con la arqueología, o con otras disciplinas, medicina, ingeniería, educación, administración, o lo que sea a lo que te dediques.

Pero ya en serio, la arqueología aunque lejos esté de hacerte millonario, de encontrar aquel tesoro que te haga famoso, o que te veas como Lara Croft o Indiana Jones (afortunadamente, espero jamás ser un saqueador) tiene ese no se qué...
Y es que a mí desde muy pequeña, me castigaban por andar desplantando el jardín queriendo encontrar tesoros o algún camino secreto, mis vacaciones perfectas incluían museos y zonas arqueológicas, sin duda mis materias favoritas: historia, ciencias naturales, geografía, filosofía(me hubiese encantado llevar antropología). Sin duda una pequeña fuera de lo normal. 

En éste punto, es que veo las ventajas de haber sabido desde muy pequeña lo que me gustaba, y me levanta el ánimo cada vez que mi hijo me dice que quiere ser arqueólogo o me presume como  "Mi mami es Adqueóloga" ufff ahí es donde recuerdo que ya es hora de que termine la tesis y me lo lleve a una temporada de campo jeje.

La razón de éste post, es simplemente compartir mi pasión e invitarlos a reflexionar si se dedican a la suya, o sino es así motivarlos a que lo hagan. En caso de que les guste el tema y quieran más tips o ideas que puedan ayudar, escriban en los comentarios y lo consideraré para próximas ocasiones. Gracias, y nos vemos en la próxima aventura!!


Foto excavación en la Merced. Archivo personal.



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